jueves, 8 de octubre de 2009

0 o Burbujas de papel o 0


Son ilusiones que provienen desde el profundo del cosmos, dentro de un infinito; que viene vibrando en luces de millones de neutrones, centeneras de billones de reacciones atómicas estallando forman una estrella lejana en el firmamento mientras las nebulosas hacen de telón de lo inmensurable.
De la luz pálida insipiente emerge una luz de intenso amarillo, que se traslada dentro del universo, viene del profundo, va desde el centro a formar luz en la periferia de la oscuridad, ¿La luz no ilumina la luz?
En el extremo opuesto del firmamento, desde el instante primo de la creación se configuran nebulosas, las galaxias van a la deriva en el magno vacio, constelaciones emergentes penden en el nula, suspendidas en la nada, mientras son atravesadas por cometas, astros luminosos que errantes de tiempo trazan los espacios inexistentes.
Delante todo aquello, que no es ajeno al sí mismo, donde lo inmenso describe lo infinito, mientras el eterno continúa su inexorable creación, algo majestuoso se fragua en continuo dentro del término que por definición asigna la eternidad.

Las luces refractantes que iluminan las tinieblas, las hunden dentro de una concentración de si misma, que la luz demarca como su confín, signos vitales de fotones enriquecen al infinito, creando fosforescencia, entes de luz propia que brillan desde el profundo abismo, dentro de un amaso amorfo de materia, que caen por milenio sin gravedad de su caída incesante se forma un navegar que conlleva la búsqueda de un destino, hay vida después de la vida, hay trasformación después de la forma asignada, de los cuerpos en movimientos se expanden los movimientos imperceptible como pulsaciones del quantum que establecen interrelaciones estelares, imperceptibles silenciosamente chocan las galaxias, formando efectos luminosos que llegan a nosotros después que lo ocurrido se halla subsanado, como memoria a la deriva del Universo.

Nubes de polvo de galaxias que se trasladan como acariciando el infinito, ese enorme vacio que existe dentro de la nada; sin tiempo, sin espacio, vagando desde el eterno por voluntad de este. Siendo el universo en sí una formación que va descomponiéndose hasta la infinitesimal de la parte. Siendo parte infinitamente pequeña posee propiedad de esta, entonces somos universo.

Del infinitamente pequeño, se pasa al enorme espacio sideral entre fuegos que arden desde el eterno.

Incalculable, inmensurable, inimaginable es la cuna del creado.

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