jueves, 8 de octubre de 2009

Circunstancial

Circunstancial

Era uno de esos días, que el sol se empeñaba en recalentarme la cabeza y hacerme sudar la espalda, mientras subía la cuesta con mi pesado fardo.
Subía la inclinada cuesta, con el pesado bulto, pesado, sí, porque en el, llevaba escrito toda mi actual existencia, los años duros de un vivir en que la maestra vida, me impuso persistentes y continuas tareas.

…Hasta la obligación de escribir...

Antes de finalizar la cuesta distingo la casa de Raúl, esta pintada de verde, un verde encendido, eléctrico no sé, pero es un verde sin proporción, ¿Donde lo había visto antes?
Es una casa de arquitectura del periodo post-colonial, anclada en una memoria de vida apacible del trascurrir lento de la historia de la que no se escribe pero que se refleja en las personas en el uso y costumbre, formas sutiles endógenas propias de matices que solo los del lugar perciben.
La casa distribuida de una entrada corredor lleva dos puertas que la aísla del exterior, que te lleva a un patio principal, el zaguán, así todas las puertas de las habitaciones dan a el, no hay privacidad, es como vivir asomado… .(Por eso se dice; que chismean peor que en casa de vecindad).

Allí lo encontré meciéndose en su hamaca, fumando un prolongado tabaco, los helechos pendían de la viga, donde se recostaba el techo, los helechos son plantas de sombra, me recuerdo siempre esta frase cuando los veo, suspendidos en sus macetas.
Sus hojas alargadas que penden son de un verde intenso que al contacto con la luz del sol, este les trasmitía más colorido, contrastes de sombras.
Me estiró la guayabera, la tengo pegada del lomo (espalda), es una tarde caliente, en que todo te irrita, el ruido de los carros, el humo de los autobuses, los gritos del pregonero de periódico, la gorda que te hace bajar de la acera, el Chichero que se demora a dar la bebida.
Caracas, ya no es aquella apacible ciudad, entre dos montañas, cuando la llamaban la sucursal del cielo, con tanto malandro, ahora es la antesala del infierno, es una urbe, cosmopolita, pujante de desarrollo apretujada de caos social.
Aquí me encuentro, cargando el pesado fardo con los manuscritos de tantas vivencias, en si es pesado para un hombre, muy pesado, pero una simple síntesis en la historia de la urbe, el segmento de ella que me toco vivir que he escrito desarrollando mi propia dialéctica, sobre el crecimiento urbano desmedido. Ahora entiendo el porque los españoles tenían el camino escondido, para que nadie viniera a molestarlos en esta parte del mundo.
-¡Raúl! ¿Estas durmiendo la hora del burro?
-¡No que va poeta! estos tiempos ya no se descansa.
-Son tiempos inquietos, tiempos de agitación, tiempos de circunstancias ajenas que nos arrollan en nuestras costumbres. Lo ves como son, nuestro vivir se encuentra en el ángulo, marginándose ante las nuevas perspectivas que llegan a ella, ¿allí traes tu obra poeta?
-Si, esta todo aquí, juntándola con lo que has leído ya.
-¿Entonces has decidido, exiliarte?
-No hay mas remedió, estos son tiempos de transición no tienen reconocimiento de la cultura, mi legado esta aquí.
-Lo que leí es una magna obra, allí tienes de todo, desde las formación de las ideas innatas, a las ciencias teológicas de la formación al método del espíritu, a las estructuras de las áreas lógicas mentales, culminándola con una obra poética.
-Si le di durísimo, pero amistad de eso como tu ves, no se come caballero, las municiones se acabaron, tengo que parar, porque si no termino debajo un puente fumando piedra o sussy y tirado al abandono.
-¿Pero no puedes darte al autofinanciamiento proletario?
-Que va, los caliches ya no fían, no es como en los 70, hace una década era otra cosa, esta es otra época, además tienes que comerciar con engorilados, gente crisiada fuertemente atacada, ya no estoy para eso.
-¡Oye! pero, la gente de Bandera Roja, están buscando a un miembro para atracar un blindado.
-Mira Raúl, cuando se llega a un nivel de conocimiento del si mismo, hay cosa que no las puedes hacer más, porque el efecto de la causa que tu accionas se te devuelve con mayor fuerza.
-Es una situación enredada, pero conociéndote irte a tu edad con tu preparación a emigrar para encontrarte lavando platos, es una cuestión de lo increíble, cuando ves a tu alrededor tanto derroche de recursos, es casi para alzarse en armas contra lo establecido, de hecho tenemos esta célula subversiva incipiente, abierta pero carece de base, aun no es suficiente, ¡amistad!
-La cuestión Raúl es que quien se dispone a empujar el limite, no puede pedir cacao después, tienes una responsabilidad sobre de ti, un desafío delante de ti, ningún reconocimiento, porque así esta hecho el camino no es plano, es en subida y lleno de espinas.
-¿Estas seguro? mira que los grandes dirigente de la humanidad, han siempre apelado por el autofinanciamiento, hasta los religiosos, fíjate por ejemplo Mahoma atracaba caravanas, asaltaba ciudades, cobraba peaje, etc. de autofinanciamiento.
-Allí esta la diferencia mi amistad, yo soy Cristiano convencido por la razón...
-La diferencia con Cristo: fue que el tuvo la tentación, como todos los hombres de convertir su mensaje al servicio de su bienestar, pero luchó en el interno de si mismo, ganó y por esa razón su mensaje trascendió a lo universal, sabes que creo sinceramente que no se puede perder la eternidad por una pendejada, es mejor trascender con el mensaje asignado, claro que yo me siento tentado y hasta me daría al autofinanciamiento, de sinceridad te lo digo.
-También el mensaje de Mahoma trascendió ¿no ves cuantos musulmanes hay hoy en día?
-Ese no es un mensaje -LIBERTARIO- es un condición de sometimiento político para el dominio socio-económico de las masas, no esta inscrito en el libro de la vida, es inmanente, dada para la cotidianidad de los actos, no trascedente no da inclusión en la totalidad.
-Será poeta, yo le cuidare sus macundales, conmigo estarán al seguro, mientras los leeré.
-Bien, tengo que partir lo antes posible, el barco zarpa dentro de poco, Julián el marinero, me espera para llevarme de polizón y de esa manera emigrar a lugares distantes a situaciones de olvido.
-Poeta da dolor esta situación, que un hombre de valores, tenga que ir al autoexilió.
-¡Saludos amistad!
-Sí, poeta; ¡saludos a usted libertarios y Bolivarianos! hasta el nuevo horizonte, viéndote tu situación, sé porque se lucha, y me concientizo en una lucha para el desarrollo social de nuestro pueblo.
La bajada de la cuesta la ayuda el cuerpo se baja con lo que se denomina su propio peso, sin peso material pero con el de la historia sobre la espalda.
Se parte a tierras sin confines, a lugares no establecidos por la memoria, en la búsqueda de una posición al abierto.
La cola donde se toma el carrito para el litoral es corta, lo que me gusta es observar las escalinatas del observatorio con la estatua de Colon en la cima. El trayecto una vez que se sale de la ciudad es reconciliador pero se nota que la ciudad avanza hacia el mar.
Luego se divisa a rato el elemento azul que confina a lo lejos con el cielo, entre la tierra reseca y la poca vegetación, tierra amarrilla a rato roja.
Cuando se llega frente, al puerto de la Guaira se denota que la embarcación es desproporcionada en contraste con la edificación y el alrededor. Me quede viendo al barco, inmenso con la proa hacia la tierra.
¿Cómo le darán la vuelta?
Julián; se desempeña de marinero en un buque que bate bandera de Noruega, me citó en un botiquín (Bar de eso que los novelistas llaman de mala muerte) frente al puerto. Cerca de la placita donde estaba la vieja seccional del partido comunista, que tiempos aquellos…
Al entrar, se denota rápidamente que el ambiente es de Antrobar de lo ultimo a peor, pa' lo mas malo, que ni en guatemala.
Reina la oscuridad, los cuerpos de la gente parecen sombras, La mesa están llenas de botellas de cervezas vacías, así para llevar la cuenta, el olor es de cerveza mezclado con meado rancio, de detestable a horrible, como de pueblo envilecido, bien bueno pues.
Entre el ruido de la rockola, las carcajadas alocadas, oigo o mi nombre, hasta que lo localizo y me invita a sentarme a la mesa, entre nosotros no hay secreto, somos de la misma gente, sabe que yo no bebo.
Pero la fichera insiste.
-Mira Cariño, pero aquí tienes que consumir.
-Bien bueno pues, usted traiga que me la bebo yo, ¿cual es el problema?
-Muy bien cariño, a tus ordenes.
Le toma la mano, como lazos prometedores, le toca la carne de la mesonera con sentidos adheridos, ella ríe, después se aleja bamboleándose exageradamente, me quedo mirando la escena hasta que llega a la barra, seguro que el caminar lo aprendió en una película de Cantinflas.
Se acercan otras dos y se sientan al lado nuestro, inicia una charla sin exclusión, se habla de todo, desde sus hijos, hasta las grandes necesidades que la impulsaron a trabajar en este Antrobar de antropología social.
Ella tiene el cabello negro azabache, liso lucido, después se ven solo rollitos que salen de sus apretadas y cortas vestimentas, un olor a un extraño aroma que impacta por lo exagerado y lo variado de sus matices.
-¡Jeva! ese perfume que tú te echas, (echas, porque me parecía que se hecho un balde encima) ¿como se llama?
-Bueno veras, es una pócima secreta, me la confeccionó la Bruja Matilde, la de la perfumería de la plaza de Maiquetía, tiene; esencia de sándalo, rezo de ven a mi y sígueme los pasos, perfume de cariaquito morado, estrato de palito de romeo, concentrado de ríndete a mi, unas gotas de cuervo de ciervo, aroma de canela en flor, crema de humectante de piel, aguas aromáticas de rosas de Turquía, es bien, verdad, desde que lo uso he prosperado en los negocios.
-¡Na guara! imagínate te, ¿y todo eso existe?
-Claro, además tiene que ser usado, con una oración muy poderosa y especial para amansar a los hombres más bravos y que se rindan a mis deseos.
-Muy bueno, (tremenda loca) ¿aquí cual es tu trabajo?
-Hago de compañía. Te acompaño primor, cobró un porcentaje de lo que bebes.
-¡Si! tremendo negocio pues, algo verdaderamente útil para la humanidad.
-Mira engreído, te diré que aquí vienen muchos hombres casados a buscar consejos, entre copas y copas me cuentan lo infeliz que son con sus mujeres.
-¿Que eres un paño de lagrimas anexo matrimonial?
-¡No! pero ellos se desahogan, y yo los convenzo, que a ellos su mujer aun los quiere, y sabes cuantos matrimonios se han recompuesto gracias a mis oficios, algunas mujeres que su marido les han contado, me han felicitado.
-¡Caray! Lo que se llama; sociología de Antrobar.
-Bueno lo dices tú, a lo mejor tu te crees que eres importante, pero te pierdes de lo practico de la vida, ven vamos a bailar.
Ella me tomó de la mano y me arrastro, mientras mis sentidos absorbían todo lo que ella depositaba sobre si misma, perfume de desprecio, maquillaje de payaso, licras descosidas, collares de cuenca de ilusión ingenuas (Traídos por los conquistadores), Zapatos de tacón doblados, que entre rendijas se veía el tierrero.
La música que sonaba, era uno de esos boleros de despechado que canta Julio Jaramillo, y que te daban ganas de beberte un barril de caña blanca sin respirar, lo iba a hacer, pero me acorde que no tenia despecho de desengaño amoroso, que mala suerte, perdí la ocasión para tirarme al abandono de despechado y todo.
El bolero o pegadito como lo llaman se dejaba colar, la fichera le metía bien al son, el ambiente oscuro y tétrico que veías los rincones, cuando alguno aspiraba fuerte y aumentaba la candela, los tabacos, malanga, piedra, chirre, el olor amoniaco prevalecía del todo, al rato de tanto respirar ese ambiente ya me había afectado la mente, cerrando los ojos porque el baile se manejaba solo, la fichera cambiaba, o sea el sentido me la hacia imaginar como creo ella creía que era, por eso a su paso los espejos oscurecían.
-Lo ves, que ahora soy diferente y no como me veías antes.
-Si ahora, sé porque la gente bebe y se droga, porque un mundo mejor es posible, por lo menos verlo a rato.
Luego me prepare aliste para salir del Antrobar a la luz del sol, ella me dio un beso efusivo, entendí esa canción; que cuando salí deje enterado mi corazón, ella era toda hechicería.
Fuera el aire caliente y la luz del sol me impactaron, al salir de esa guarida de brujas.
Al barco ingrese por una puertita que tienen donde guardan la carga, hasta el camarote del Julián.
Los días que siguieron al viaje. Fueron innarrables de una gran opresión, la nave subía y bajaba con las olas sin cesar, varias veces me arrepentí de haberme embarcado y hasta a mi llegaban imagen del antrobar con reminiscencias de delicias.
Hasta que llegamos a un puerto, del país de Holanda, Rotterdam, para una breve pausa de 6 horas que descargaron y cargaron la nave.
Julián me llamó para partir de nuevo.
-Poeta vamos, si no el barco nos deja.
-Mira Julián no me montó mas en esa tortura, ya llegue a la tierra prometida, así que aquí me quedo.
-Pero esto no es la destinación poeta.
-Es tierra y me basta.
El barco partió para mi alivio y salude a mi amigo, después inicie a caminar sin sentido, la ciudad es grande, buscaba trabajo, pero el lenguaje lo imposibilitaba y más aun no sabia hacer nada practico, más o menos un inútil, eso sentía que era, mientras me redimensionaba en mi nueva situación.
Hasta que me encontré con un cubano que llevaba varios años fuera de su país, me llevo a un restaurant Mejicano, y como lo predijo el Raúl empecé a lavar platos, bien bueno pues.
Una cosa si que no soporta un venezolano, es que todos le dicen que Venezuela es un país rico, como si al nacer allá te dan una beca, esa parranda de corruptos.
Eso de lavar platos es un trabajito repetitivo, que se puede definir el método perfecto para el embrutecimiento del ser humano.
En mi mente claro esta, había todo un discurso que no se aplacaba, creía cuando tome la decisión al inicio que el cambió de actividad formaría un olvido de la precedente, pero de nuevo con mayor carga me venia las ideas que pedían ser escritas, entonces me dije bien, pero como se pueden hacer las cosas cuando no se tiene los medios de subsistencias.

Así me quede reflexionando cuanta distancia hay entre mi razón de ser y lo que soy.

¿Cuando cuesta tener que escribir?

Hasta aquí es demasiado largo para una narrativa breve.

Como hace uno para escribir tanto. . . ¿En tan corto espacio?

Activando canales expresión.

…Sustraído del diario del poeta errante en tiempos de olvido…

No hay comentarios:

Publicar un comentario