jueves, 8 de octubre de 2009

>¡Cuando la revolución me llame!

¡Cuando la revolución me llame!

Un día era aún muchacho, tanto que aún robaba mamón de las plantas del jardín ajeno y me escabulliva de la rutina diaria explorando lo que todo el mundo sabia pero que aun era ajeno al mi.
Me divertía volando papagayos (Cometas) y me gustaba mucho cuando se iban a la hila, lejos, muy lejos llevados por el viento como estrofas de canciones tejidas en el cielo.
Sabes noble dama, maestra vida: un joven no sabe, cuando es el día en que inicia a madurar.
No lo sabe, pero lo presiente ante la muerte de un compañero estudiante, antes la angustia de una madre con su cocina de kerosén apagada y su perol de leche vacía, delante a la desdicha de no poder acceder a los procesos incluyentes socio-culturales de su entorno.
¿Tú me llamas a mi Venezuela?
Pero yo quería jugar trompo, perinola y jubilarme de la escuela para bañarme en tus mares, en tus ríos, vagar entre tus selvas vírgenes, cabalgar en tus llanos.
Mientras son los días en que la patria es vendida, saqueada, ultrajada, menospreciada, donde lo criollo estorba, aunque aun están los cantores que resisten con sus coplas, recordando gestas de historia heroica pasada.
Avanzas y retrocedes, porque no sabes con certeza donde esta el predominio oligarca, los intereses imperialistas que ve un valor añadido donde solo ves naturaleza que preservar, mientras los Medios de Desinformación de masas nos bombardean con sus productos de estereotipo burgués altamente alienantes y perversivos que causa intencionalmente inclinaciones individualistas, avaricias, egoísmo, y falta de solidaridad para formarse a la praxis de una verdadera moral revolucionaria para el desarrollo social de los pueblos.
Esos compañeros que han usado la revolución para sus enriquecimientos particulares están identificados y serán objeto de las purgas socialistas, (No se donde oí eso).
Si manifiestas contra el imperio, tiras piedras contra esos vende patria, son solo vainas de muchachos; gritas consignas con todo lo que tienes adentro;
¡allá están esos son los que roban la nación!
Después llega ese grito de dolor que baja desde los andes, corre por las sabanas, estremece la selva;
¡El che ha muerto!
El otro Abel de América ha sido sacrificado.
Ese día te encuentras con tus libros debajo del brazo con el llanto reprimido, porque percibes que algo que no puedes concebir pero ha ocurrido, ¿es la historia que se esta escribiendo?
Son los años de cruel despotismo, donde el pueblo cae en el olvido de si mismo, se dispara al vecino, se roba al obrero, se expropia a la doñita.


Plomo y venda.
Sangre y pólvora.
Plan y droga.
Esos son los métodos de violencia del sistema.

Te acabas de asomar a la vida y ya te piden un compromiso social, no te puedes quejar, en la hermana República de Colombia a tu edad hace rato que los niños andan con un fusil terciado en la espalda.
¿En la hermana República de Colombia?
¿Que le pasa a este mundo?
¿Porque tanta discordia?
Claro hay una oligarquía que hegemoniza en el mundo, formando oligopolios, monopolizando inmensas cantidades de recursos y medios de producción, subyugando pueblos, solo para satisfacer sus deseos materiales individuales.
Es el momento en que los libros inician a pesarte, te sientas en la colina, sobre la tierra roja desnuda que llaman cerro, a ver ese inmenso espacio del mar de los Caribe, y yo que pensaba que era todo elevar papagayo (Cometa) jugar perinola y trompo.
Son años de luchas y de traiciones porque descubres que hay hombres que se venden en lo más precioso la patria, la propaganda que te martilla a conciencias adversas y Venezuela;
Que te pide que te formes.
Pues los tiempos apremian, los sucesos son de acción inmediatos, las circunstancias te arrastran al teatro de operaciones, son tus épocas en condición inapelable, ¿Decide tú de que lado lucharas?
Defendiendo los privilegios de clase de una minoría, los intereses individualista del enriquecimiento ilimitado.
O por el contrario luchar por la justicia social, del reparto equitativo de los recursos y las oportunidades para el desarrollo social de los pueblos,
No te das ni cuenta, pero la lucha hace rato que escapó del lar domestico y se forma en una complejidad la situación, no encuentras tú lugar en el frente de combate, ni donde formarte en la retaguardia literaria, para esa lucha que ves venir, que es ineludible, impostergable, inevitable.
Una cosa si se ve a la clara, si entras en una revolución, tienes que estar convencido, porque en el frente no se puede titubear, la Victoria se puede ganar en un segundo y perderla por un micro segundo.
Así me viene de cantar y componer una copla a ese heroico pueblo que es llama de la revolución y la no dejará apagar.
Lo ves me dijo un anciano, ese proceso fracasó, ese pueblo emigra y sin conciencia de clase, se aliena a cualquier sistema que le asegure bienes de gustos pequeños burgueses, las mujeres se prostituyen como en antaño, ese hombre ha fracasado.
Pero para que haya una generación de relevo, no es para darle nueva carga,
¿A ese sueño utópico de la sociedad ideal?
Una revolución no se conquista en una o dos generaciones; pero eso si, la lucha es luchando.
Por quién supo mantener la dignidad del pueblo latinoamericano...
Lo decimo como lo sentimos, hoy nuestra lucha es crear esa conciencia de clase iluminada y de una estricta moral revolucionaria...
Sí hoy, hay un grito revolucionario que parte de nuestra nación y es deber de patria, cerrar fila contra la reacción y dar lo mejor de cada uno por una causa justa que es redimir a esta inmensidad llamado pueblo latinoamericano.

General Simón Bolívar;
Aquí estamos para consagrar a la patria.

Comandante Che Guevara;
En la lucha ¡estamos presentes!

Cuando ustedes quieran pa' lante.

Corría el año 1968, creo yo, dentro del ideal inmaduro del verbo ser, que inviste a los pueblos en el marco de designar su propio destino.

Formación a la literatura épica heroica...

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