jueves, 8 de octubre de 2009

Elementos subversivos

-)Elementos subversivos(-

Aquella vez después de un largo viaje, cuando entre en Moscú quede admirado de sus grandes catedrales, con sus cúpulas bulbosas de gran colorido.
Me despertaban a la fantasía, lo menos que pensé que eran iglesias, luego al ingresar, un ambiente místico con profundo olor a incienso se despertó a mí. Luego aquellas intensas nevadas en que el elemento sumergía a toda la ciudad, sepultaba las aceras y nos hacia mover entre grandes dificultades, todo tan diferente a mi tierra natal.
Aquel día, cuando la policía irrumpió en mi departamento, con rudeza, se rompió aquel idilio con el frente ruso.
Las frías salas de interrogatorios, lo seco de las preguntas, al inicio me desorientaron, hasta que entendí que no era con Rusia el problema, era arrestado por orden los Estados Unidos me requerían en extradición, los cargos eran confusos, pero junto con mi abogado nos negamos a la extradición.
Ellos intentaron todo, absolutamente todo para obligarme a aceptar la deportación, a la cuál me negué. Mi abogado me repetía que no lo podían hacer, Rusia no tenia tratado de extradición con Estados unidos.
De buena mañana el jefe de la policía me dijo; o aceptas o aceptas, sino te inyectamos un somnífero y te embargamos en el avión de toda manera.
Acepté ante la única alternativa posible, ser extraditado.
En el avión dentro del caos mental que me embargaba, meditaba en lo que es la delincuencia de estado. A mi me extraditaban por supuestamente violar la ley. Ellos me extraditaban sin haber una ley, seguramente seria condenado por ausencia de ley.
Cuando llegue a New York, los Marshall me informaron de mis derechos, only one way, la que ellos imponían, mientras me esposaban y manateaban reduciendo mi movilidad a solo a caminar con gran dificultad.
Bienvenido a los States me imagine.
Delante la corte, quedó claro que el sistema judicial americano, no posee preámbulo, serás condenado, a la clara.
El fiscal me visitó en la prisión, me trajo un trato muy singular que el cargo por conspiración la pena era de 45 años. La verdad que me preocupe yo había vivido solo 35 años. La consulta con mi abogado, (Que a ese punto era una sociedad de complices) arrojó la realidad cruel y palpable, sí aceptaba los cargos, la condena me seria rebajada a 16 años, podía arriesgar pero el veredicto estaba descontado. Que generosidad de estos Yanqui, la verdad que me conmoví, el juicio sería una falsa, el abogado era un nula, si aceptaba y me declaraba culpable, ellos con gran sonrisa dirá lo ven, él era culpable.
¡Se ha hecho justicia!
Los días que medite en declararme culpable, me imaginaba todas esas películas en que surgía un abogaducho de la nada, que creería en mi versión, y que conmovido por mi caso, se batiría contra el establecimiento, en ultima instancia, haría que el jurado reconociese mi inocencia, recabando una prueba que algún policía había archivado, lo había visto en tantas películas, que los policías serian descubiertos de su complot malévolo contra de mí.
Pero no ocurrió así y fui condenado, tan difícil aceptar 16 años de prisión, claro debía sentirme satisfecho, me habían hecho un gran descuento a buen mercado, en el bazar de la justicia americana; Bueno, bonito, barato. Además tenia el honor de ser un prisionero federal, tenía muchos derechos y me explicaron el plan de rehabilitación; que produciría las rebajas de la pena, que yo ganaría por meritogracia. Estudio, trabajo y deporte. Me di de lleno al estudio y cada año iba sumando diplomas cursos, mucha importancia que elevaban mi autoestima, como traductor jurídico de leyes que en mí país Ecuador nadie conocía.
Aunque La sociedad a la cuál yo había infringido la ley, eso sí nunca probado, pero la muy Honorable sociedad, me estaba dando una oportunidad ofreciéndome cursos, terapias de psicología, incluso los cursos de religión hebrea de donde retome mi identidad cultural, por esa razón me sentía, que yo era alguien y estaba renaciendo.
Con el tiempo estudiando leyes, leí, el tratado de Estrasburgo, en el que podía ir a pagar mi deuda adquirida con la sociedad a mi país de origen, entonces inicie los trámites. En ese entonces había cumplido ya 7 años de prisión, cuando accedí al tratado de Estrasburgo, me emocionaba la idea de cumplir lo que me quedaba de condena en mi país, cerca de mis seres queridos. Soñaba despierto con ver a mi familia que por 7 años no la había visto, con la comida que no había probado, con todas esas referencias espaciales en que no había podido ubicarme.
Los trámites delante el Gobierno Imperialista Americano, tardó algunos meses, pero con el gobierno Ecuatoriano se alargaron por 3 años, mis parientes me confirmaban que mi libertad debería ser casi de inmediato al llegar a mi patria. Acariciaba ese sueño de poderme ir del país que me había encarcelado, pero que también me había dado tanto estudio, que me hacia sentir un hombre nuevo e útil a la sociedad.
El día llego y fui trasladado a la Florida, me llevaron en un avión cargo solo para presidiarios, todos con atuendo color naranja, esposado de manos y pies, junto a mi en uno de esos trasbordos, había un hombre con una mascara.
Hablamos ingles, pero resultó ser Venezolano.
-¿Pero que hiciste que te pusieron esa mascara?
-Mordí un policía.

Razoné que eso no se hace, este hombre no quería rehabilitarse, ser útil a la sociedad, era un salvaje.
-¿Pero porque hiciste una cosa así?
--No me calo este somete de los gringos, ¡vale!
-Pero es peor para ti, no te darán beneficios, ni aprobaras cursos.
-¡No jodas vale! Yo tengo que luchar contra estos carajos, que me quieren someter, ¿Que estudio? ¡Chico!
-Te estas perjudicando inútilmente con esa conducta, tienes que ser dócil así recuperaras tú libertad.
-¡Mi libertad! la cuido yo sin dejarme someter, y “más vale una libertad peligrosa que una esclavitud tranquila” (Simón Bolívar) abajo el imperialismo.
Me alegre de llegar a mi destino, este hombre me perturbaba en mi tranquilidad, yo era un hombre rehabilitado. Me conmovía aquel hombre en su solitaria lucha contra el poder establecido.
En Florida fui consignado a la policía que debía trasladarme al avión.
Pero reclame las violaciones a los derechos humanos, de cómo me aislaron en una celda sin confort, ellos me respondieron;
-Esto aquí es así.
A lo que acote.
-Yo tengo curso de leyes, y hare una reclamación formal de estas violaciones.
La verdad, que me sentía un ciudadano con todos los derechos, me sentía que el conocimiento adquirido era fundamental y esto era lo que hacia de mi, la diferencia por a haber adoptado el Sistema de Rehabilitación Social.
El traslado a Ecuador fue confortable, pague yo el ticket y los gastos de los interpoles que me fueron a buscar, eso demostraba cuando quería a mi patria. En el vuelo estos compatriotas me dejaron tomar vino y luego algunos whiskies, luego de 10 años sin libar licor, el trato sin lugar a duda, era más humano y volaba sin esposas.
Al llegar a Quito se me aguaron los ojos de la emoción, mi tierra querida, brotaba de cada una de mis células el palpitar por mi tierra, hablaba con todos y me enorgullecía de esta nuestra nación, que nadie sabe lo bella que es, hasta que estas en otras naciones, aquí no esposaban de pies y mano, solo de mano por mero formulismo, y el trato era fraternal...
Cuando ingrese en Ex penal García Moreno, exactamente se llama Centro de Rehabilitación Social de Varones de Quito N° 1, (C.R.S.V.Q. N°1), de rehabilitación sabia mucho para ello me había preparado y podía colaborar con mis compatriotas en redimir a los prisioneros del Ecuador que no habían tenido el honor de estar en un sistema muy desarrollado.
El entrar al centro me impacto porque aturdido, me paseaba sin esposa, el edificio eso si un poquito feo, un poquito sucio, un poquito mal oliendo, etc.
La directora Itania Villareal me espero hasta las 11 p.m. y luego se marcho, me confirmó un inspector, pero al día siguiente me recibió en su despacho, es una mujer muy elegante, todo lo contrario a las americanas que se viste más feo que los machos, me hizo tomar asiento y de manera formal me comunico que mientras se solucionaba todo, por mi seguridad me pondría en un lugar aislado. El ingresar por el pasillo, el sucio aumentaba, el olor era nauseabundo, y no era nada a medio pasillo entre internos que pedían dinero sin cesar, me ingresan en un cuartucho, que llamaban la breykera.
Feo era poco, sucio no le quedaba, hediondo ni hablar, no me arrepentí de venirme de los State, porque siendo mi país lo debería querer entrañablemente. (Bueno, no inmediatamente).
En el cuartucho había un Israelita, que me explico que estaba allí por su seguridad, pues tenia muchas deudas y lo querían extorsionar.
-¿Es peligroso vivir allá dentro?
-Si allá dentro hay muchos extorsionadores.
-¿Pero la policía no hace nada? Kaif
-Ellos extorsionan juntos, a los detenidos.
-¿Pero como puede ocurrir una cosa así? (No creí a su versión, pensé que como extranjero interpretaba erróneamente la situación)
-¿Oye tienes cinco dólares? Para mandar a conectar un perico (cocaína).
-¡Sí tengo! como así, ¿Pero como la venden?
-¡Dame los 5 dólares!
Se los di, pero un temor me embarcó, mi autorehabilitación se venia abajo, pero me dije; “En este sucio antro, sin baño y con una marea de cables eléctricos quemados, con los muros envejecidos grasientos y mugrientos, sin pintar, ¿No era mejor drogarse?
-¡Hey! señor inspector me hace un favor.
El guía lo vi acercarse y este le dio el dinero, murmurándole algo, espere que este se alejara y luego le pregunte.
-¿Como le diste el dinero al guía?
-El nos trae el polvo.
-¿Como así?
-Ellos la comercian.
Al rato nos trajo, unas bolsitas. Nos retiramos a un ángulo y con la punta de una tarjeta telefónica inhalamos el polvo, de su aspiración, luego que el alcaloide impacto mi cerebro, me hizo percibir que el sitio no era tan malo, a lo que entendí drogarse es una alternativa de sobrevivencia.
Los días pasaban y un virus me atacó, una diarrea de grandes proporciones sin antecedentes previos, me daban continuos dolores de barriga, para salir y tener acceso a la taza, tenia que pagar, incluso una vez pague 5 dólares, claro a veces pensaba en lo bien que estaba en los States, estas cosas allí no pasaban, pero cuando empecé a recibir visita de mi familia todo cambio.
Las visitas que no había recibido en años, y aquí es verdad, que era sucio y mal oliente, pero las visitas eran como una fiesta, y tantas horas que a veces te aburrías porque no sabias que más decir.
Luego aceptaron las autoridades que me trasladara al pabellón D.
Una vez allí me presente al caporal, le mostré todos los certificados de los cursos que hice en los Estados unidos, el me dio acceso a la oficina del pabellón donde me encontré con Español Álvaro Farré que insistía que el era Catalán y no español. Allí se llevaban acabo reuniones del comité de Personas Privadas de la Libertad. El ambiente era confuso, mientras por la oficina del comité desfilaban numerosos funcionarios gubernamentales.
La droga rodaba como querían, ellos dentro la oficina hablando del nuevo sistema de rehabilitación social, de las nuevas leyes, fuera de la puerta fumaban crack, heroína, mariguana y hasta aráñatela, etc.
El pabellón D estaba sucio y descuidado, no había implementos de aseo, lo debían comprar los detenidos, así como las medicinas, la gasolina para traslados, el papel y la tinta para hacer los oficios. Solo con recordar cuando estaba en los States, allá nunca falló nada, ni medicinas, ni implementos de aseo, ni jamás falto el agua o sufrimos de apagones.
Razonaba que las problemáticas aquí, era de carencia estructural mientras en el Norte, los funcionarios se sentaban a resolver las cuestiones prácticas para que todo funcionara, por el contrario aquí mientras más se reunían a hablar y hablar, para luego lograr que las cosas funcionaran peor.
Por ejemplo el lugar destinado a observación esta constituido por ley, que toda Persona Privada de libertad al ingresar al penal, sea conocido por los guardias y el detenido se ambiente, pero, (siempre hay un pero) el lugar destinado para ello es un cuartucho con dos literas en cemento, de escasos 3 metros y medio por 1 metro cincuenta, allí almacenan hasta 25 personas y más, imposible sentarse siquiera. Las depositan junto a internos que están refugiadas por deudas y consumen droga todo el día, que te drogas aun no queriendo, porque se forma una cámara de gas, droga de paso que los mismos guía les traen. Ellos al ser trasferidos desde el C.D.P. donde han estado en un hacinamiento brutal hasta por un año, este edificio esta contiguo al penal, cualquier ser medianamente inteligente, hasta de escasos recursos encefálico, deduciría que el tiempo trascurrido allí vale como observación, además de las serias violaciones de derechos humanos. Sin contar que al llegar allí son robados, extorsionados y demás desviaciones de un sistema corrupto que es contradictorio con las leyes que se aprueban a continuación.
¿Que hace que este sistema funcione de manera degradante?
Luego de conocer el penal un poco mejor decidí, trasladarme a otro pabellón de mejor condición, que funcionaba bastante bien, este es el pabellón C.
Se desató una guerra en contra mi persona, por parte de la directiva del pabellón “D” William Reyes me dijo de todo, luego esparcieron la voz que yo era de la D.E.A. esto aunque suena folklórico aquí en Quito, en una cárcel como la de Guayaquil me hubiera costado la vida.

En el pabellón “C” entre a trabajar en las oficina, en ese lugar empecé a coordinar cursos, logramos llevar a cabo varios aplicando la autorehabilitación social, como; Introducción a la Sociología, Periodismo, operador básico de computador, medicina naturista con expositores de la sociedad civil, y yo dirigí un curso de Marketing.
Los cursos internos contaron con una asistencia masiva, sin importar que la oficina fuera pequeña en su espacio físico. En estos días me sentí que todo lo que había hecho en mis años de cautiverio en el norte, estaba dando sus frutos, la rehabilitación aquí se convertía en autorehabilitación social y esto me enorgullecía que a pesar de las dificultades salíamos adelante.
Al terminar los cursos coincidimos con la semana cultural, todo incentivado y financiado por los detenidos, delante el descaro de los funcionarios que lo único que aportaban era nada, pero se llevaban los honores delante a los funcionarios de mayor jerarquía. La semana estuvo llena de emotividad la entrega de certificados variaba desde deporte, estudio, cursos, participación a concurso de literatura y pintura. A cierto punto pensé que si en este cárcel no hubiera guía y funcionarios el penal funcionaria igual, igual no, extremadamente mejor, sin lugar a duda.
El único elemento discordante son las bandas, grupos de muchachos que por estar juntos, combaten el miedo que tienen de afrontar la cárcel, miedo y cobardía eran los elementos que los unían, se vestían según prototipos adquiridos en las películas importadas del norte.
Junto con el Abogado, con el cuál compartía la celda, hacíamos diferentes escritos a diferentes organismos, además de defensa y petición de indultos, dado por la Asamblea Nacional Constituyente a los que trasportaban pequeñas cantidades, (Hasta 2.000 gr.) rebajas de la pena, porque como el del conjunto la parte no se sustrae a lo general, la oficina del jurídico que debía hacer todo estos tramites no funcionaba en sus funciones asignadas.

Aquí el sistema mostró todo su incongruencia, Tribunales que se refutaban dar lo que la Asamblea había aprobado, personas que por haber sido detenidas en el aeropuerto el mismo día, les sumaban las cantidades individuales halladas y en el acta del organismo que debía hacer la experticia no aparecía el peso neto, sino que dejaban el peso bruto que la ley especificaba que debía obtenerse, de la experticia hecha en el CONSEP.
La explicación estaba, en una clausula firmada con la potencia del norte, donde se debía incautar el 10% más cada año y a la vez esto generaba prebenda, a los policías, siempre dada por la potencia del norte, o sea que los funcionarios tenían un segundo sueldo. Subordinación a una potencia extranjera en detrimento de la propia población, ¿Vende patrias?
El penal era un crisol de nacionalidades, entre ellos había muchos Colombianos unos eran para militares (paracos) y otros guerrilleros, pero convivían.
En la oficina del pabellón “C” trabajaba un Colombiano llamado comandante Antonio, perteneciente al E.L.N. y un Venezolano de definición política Anarquista perteneciente a la lucha contra el autoritarismo y anti Chavista.
El ambiente era en si subversivo, enfocado hacia la lucha social, aunque el Colombiano apoyaba el Chavismo y el Venezolano no, había una afinidad de ideas en cuando a la lucha que liberan los pueblos contra el neocolonialismo. Toda esta actividad se desenvolvía en una ambiente de intenso trabajo, las tres computadoras compradas con el propio peculio, no cesaban de funcionar. Entre imágenes del Che y Alfaro, estantería de libros, nos sumergíamos en ambiente completamente divorciado de la realidad del penal. Aunque hacia mi, había dos rechazos. Uno era de parte de Guillermo, por lo que siempre yo exponía mi experiencia, en Los Estados Unidos, y Guillermo (Comandante Antonio) siendo del Ala Extremista Radical de la Izquierda Insurgente Latinoamericana, poseía una aversión a todo lo que era del norte.

El otro rechazo era del Venezolano Expósito, este escribía a continuación ensayos, historias, poemas de carácter de literatura social alternativa, etc. Este me contradecía, porque decía que la rehabilitación dándoseme en los States era un acondicionamiento, debido a que los nórdicos manejaban propias escuelas de psicología, como el conductismo de Watson y esto lo empleaban para estructurar conducta servil al sistema, para formar personas que fueran servos de la sociedad de consumo.
-¿Pero como puedes afirmar una cosa así sino has estado bajo ese régimen?
-Porque basta con verte, además he estado en prisión en el norte Europa y tienen la misma escuela.
-¿Con verme? Y que detallas de mi comportamiento.
-Por ejemplo, que en toda reunión con funcionarios gubernamentales, tú tratas de imponer ese sistema gringo, porque ves que aquí nada funciona, pero la única diferencia es que aquí te dejan ser, de esa manera tú gestiona el propio proceso interno.
-Pero así fue en Estados Unidos, incluso recibíamos terapias colectivas.
-Esas no son terapias, son inducción a un comportamiento servil que incluye violencia implícita de sistema. A ver como sabes tú que el psicoterapista o el psicólogo ¿Han resuelto la propia trama existencial? y que ellos no están experimentando contigo de ensayo y error.
-Porque allá el sistema esta hecho, para reinsértate en la sociedad, ser útil a ti y a la sociedad, es practico.
-Ves allí esta el meollo, si una persona se forma en contra cultura o en conducta antisocial, es porque, lo que el sistema le ofrecía, no le era de agrado o incluso le había generado una psicosis de relación. Fue capturado en hecho delictivo que la potencia del norte dice que es ilegal, te aplica un secuestro de estado, luego te extorsiona haciéndote aceptar una culpa bajo diktat, luego te somete a una terapia intensiva, como puedes pretender que todo esto se configura armoniosamente dentro de tú mente, solo por la imposición de violencia implícita en la represión de tus perspectivas de visión de la realidad externa objetiva, en la cuál el poder ejercido por el estado te impone parámetros de ordenamientos fuera de tú propia gestión y no un unilateralismo de personalidad prefijada, esquematizada, etiquetata.
-Oye vivir dentro un sistema que funciona, que cumple con lo que el programa de rehabilitación especifica, que te instruye y te da las herramientas para perfeccionarte y conseguir un empleo no creo que sea mal.
-La diferencia, está que mientras el Estado no te da, tú puedes hacer más, y de ello recabas un espacio, en que tú ser se amplia a una propia razón, que de otra manera se te es negado, mira está oficina por ejemplo, aquí el estado no ha aportado nada, las baldosas, las ventanas, la pintura, las computadoras, la instalación eléctrica, está hecha por nosotros a nuestro propio autofinanciamiento, aquí y ahora, nosotros somos el estado, en autogestión; que es la fase más avanzada de la rehabilitación social. Indiferentemente de lo que hagas al salir.
-Es el estado que debe proporcionar los equipos y los insumos, debe diseñar programas, incentivar al detenido, ese es el rol del estado.
-Ves estas, tan acondicionado por ese sistema que no reconoces, entre lo que el estado te limita y cuando la ausencia del estado te deja ser.
-Pero siempre funcionaras dentro del Estado, no te puedes sustraer al estado porque este es presente en cada cosa.
- El estado puede estar presente o brillar en ausencia, como ocurre en toda Latinoamérica, porque la corrupción que impera en nuestra socio-cultura, si se analiza de fondo, sin prejuicio para mi es un mecanismo en que el mismo funcionario intercepta los tentáculos del estado restándole efectividad, eso se revierte en que el ciudadano recaba un espacio dentro de esta imposición, como veras, hay quien lo usa para autodestruirse o sea implementa la política que el estado le fijo destruirse, hay por el contrario quien se implementa a una forma progresiva en desarrollarse en el Yo social, otros se dedican al individualismo a trabajar y acumular dinero, hoy tienen negocios aquí adentro, algunos no colaboran ni siquiera en pagar la encuartelada. No pagan; Ni luz, ni agua, ni alquiler, ni impuesto e imponen precios superiores a los de afuera, cuando salgan y tengan que formalizar su actividad, tendrán problemas de reinserción. El ser individualista es una forma de egocentrista, todo para ellos. En ese sentido se lucha por crear un Yo social encontra del individualismo, que forma el estado para poder manipular las masas creándolos intereses individualistas.
-¿O sea la corrupción tendría una excusa?
-No es una excusa, para todo hay una realidad inmanente y otra trascedente, todo lo que esta en la tierra tiene una razón de ser, una acción practica dentro de la dinámica espontanea de los pueblos. Por lo tanto si una conducta se propaga dentro una sociedad, debe tener una tendencia implícita una causa endógena que hace que se practique ampliamente.
-El crear interés particulares es lo que hace que progresen las naciones, allá en el norte todo es ordenado, todo funciona, aquí es el caos, ya los griegos habían deducido que todo tenían que estar ordenado.
-Escucha los griegos decían; que el caos del cosmos, procede al orden universal, el orden te arrastra a un conformismo, este a su vez te impone una rutina, que inicia por quitarte la iniciativa y la creatividad. Es la limitación que te impone el sistema, por ser parte y para ello te individualiza.
-¿No se como pueden funcionar en este caos, agudizada por esta profunda corrupción administrativa?
-Fácil es lo mismo que tengas sobre tú escritorio un montón de cosas, papeles, documentos, notas, etc. Ese desorden aparente tú lo gestionas, porque se ha ido formando dentro de tú dinámica de trabajo específica, hay dentro del desorden aparente una relación de orden sistemático generado por ti mismo.
Desde que inicie a tramitar mi libertad descubrí que el sistema es desarticulado, no hay una vía legal y eso que el tratado de Estrasburgo es claro; que puedo usufructuar tanto de los beneficios de Estados Unidos como los de Ecuador. En Ecuador esta aprobada desde hace poco la mitad de la pena meritoria o sea estudio, deporte, trabajo y actividades culturales, de todas estas actividades tengo una buena documentación, además yo de 16 años que es mi condena, he cumplido 10 años, he pedido los beneficios de la prelibertad que con 16 años debo cumplir solo 6 años 4 meses y 24 días, y aún nada, mis peticiones van de un lado a otro, de una oficina a otra, de un organismo a otro, de un tribunal a una corte, no saben que hacer y eso demuestra que firman los tratados y no implementan los mecanismos para que funcionen.
Para mí, aquí falta una proteína que haga que se articule el funcionamiento entre las diferentes parte de este estado desarticulado, de un anti funcionamiento encefálico, a veces entiendo el razonamiento indígena, mejor volver a la naturaleza y desmantelar este aparataje estatal que no estamos en grado de hacer funcionar.
Imagínate, ya estoy razonando como el Venezolano.

Sustraído del diario de Francis, de su experiencia vivida en las cárcel del imperio.

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