jueves, 8 de octubre de 2009

Ordinaria administración de justicia

Ordinaria administración de justicia

Estoy sí, pensando en ti en los lugares descentrados en desvíos de caminos ajenos.
Como veras hoy cargo solo la derrota, así como las cicatrices que tatúan mi piel, aunque la mirada es serena, tiene aquella paz, de quien no alberga el miedo dentro de sí, cuando un hombre llega a ese punto que todo lo que le queda es para adelante.
Eran las 4 de la tarde, de un día cualquiera cuando me llamaron a la puerta, un grito, que avanzando en la cercanía se formó en un llamado, que salió desde un traspasado remoto, de aéreas de olvido en lugares de exclusión desde la emarginación en que mi ser fue alojado.
Mi nombre que revolaba por los aires entre estos altos muros, como un sinónimo que se alza por debajo de escombros como montones de vidas derrumbadas, y escombros de sucesos vividos en lo estrecho del camino.
-¿Epa tú? Ven acá.
-Dígame.
-¿Eres tú, el tal Barreto?
-¡Sí policía! ¿Por qué?
-Entonces agarra tus peroles lacra que te llegó la libertad.
La libertad y que voy hacer con ella si tengo el alma hipotecada.
Se me acerca Pantera y me dice que si es conmigo.
-¿Te vas Catire?
-Así parece compañero de lucha.
-Bien Catire dele con valor, usted aquí ha demostrado arrojo y valentía, plomo con el que salga.
-¡Eso es! agarra ese chuzo y mis enseres de herencia.
-¡Epa! Barreto dale de una vez o ¿Estas amañado en ese pabellón?
-Que te pasa policía ni estoy asustado, ni exiliado de la vida.
-Entonces sal de una vez, que de paso no vas a estar fuera mucho tiempo.
-Sí hombre, ¡¡¡Rómpete hechizo!!!
Los tramites burocrático son la esencia de un estado lejano, indeleble, que se pierde en el horizonte, el que va saliendo se queda fijo mirando en los ojos de los que vienen llegando, se imagina solamente todo lo que les espera allá adentro.
Avanzo por los pasillos donde he participado en tantos motines, y volteando diversos gobiernos de delincuencia establecida, las palizas colectivas, los mutilados, las heridas que nunca se cierran. Salgo con vida mientras tránsito por los corredores que sus paredes sangran continuamente, las cruces esculpidas en la carne viva donde compañeros de lucha y enemigos han sido suspendidos del aliento divino.
Pasillos tétricos que anidan el terror en que el miedo no aloja, pasillos oscuros, al que el diablo se niega a pertenecer, pasillos que los cruzas con la espalda al tiempo y la cara al espacio inconcluso, son lugares en que la memoria hace paréntesis imposible de contener semejante ultraje.

Hombres ciegos.
Hombres en muletas.
Hombres arrastrándose sin piernas.
Hombres con heridas así de profundas que el alma les niega la entrada.

Hombres que solo albergan maldad.
Hombres fumando cocaína, bazuco, polvo de malignidad.
Hombre que sus miradas son solo destellos de tinieblas.
Hombres en cuya vida solo se asoma el reflejo de la muerte.
Hombres que reflejan en sus ojos un sentir de sentencia inapelable.

-¿Como se puede salir de allí?
Soy un hombre, pero en mi cara no se mueve un musculo, mi mirada es un aviso intrínseco, quién es capaz de interpretar y lee: que ejecuto en la primera de cambio, vas y nadie te pregunta esta todo incluido.

La gran avenida se abre delante a mi, detrás el pesado portón cierra un capitulo completo de mi existencia,
Las hileras de palmeras, que sus hojas mecen con el viento, en sus copas anidan las guacamayas de intensos colores, los carros que pasan indiferentes.
Va un hombre vestido con lo estricto necesario, una camisa blanca de color indeciso, avanza por lo urbano hacia aquel lugar remoto donde alguna vez tenía su lugar, su rancho, las cuatro tablas mal organizadas, forma aproximativa de hogar.
Cuando llega al pie del cerro, ya siente el hollín depositado en su piel. La Roca Tarpeya un desafío al escalador, luego que a medida va subiendo las escalinatas, vuelve el ritmo al cuerpo, y escalón, detrás escalón la avenida queda atrás, mientras se observa la city engrandecer, mientras se va elevando todo se va empequeñeciendo allá abajo, mientras adelante se va configurando la otra realidad, la que te formó, de la que eres parte insustraible, de la que no te puedes excluir a su dinámica, hasta el fin.
De las distracciones de sus meditaciones, lo llaman a capitulo.
-Epa pure ven pa’ acá.
Se voltea viendo un grupo de menores, se ve al mismo, deduce es la nueva infancia.
-¿Cómo es la vaina?
-Así mismo como lo oíste, Portú.
-¿Cómo me llamaste?
Desenfundan.
-¿Qué te vas a rebotar viejito?
Los menores banda activa del los Pitucos traquean las automáticas.
Él ve lejos hacia atrás, llega hasta un traspasado remoto, como en tantas guerras de malandro he vencido y hoy unos menores me cantan el quieto.
-Entendiste viejito, saca todo sino te vas derechito pa´ la ciudad de los acostados.
Queda en suspenso, no tiene nada atracable, pero no se va a dejar ensuciar el cartel.
-¡Epa! ¡Epa! Pitucos ¿Que es lo qué? Ese es el Catire, harto pana burda, amigo personal, y compañero de luchas.
Cuando volteo veo una figura legendaria, en gestas revolucionarias de haber compartido motines y calabozos por todo lo ancho de esta nuestra patria, que desde niños, nos ha dado la espalda, todos los días desde bien temprano cada mañana.
-¡Epa! Carlito eres tú mi pana, Carlito el Terrorista que bien chamo ¿Tú ves?
-¡Lo ves Catire! Como la vida nos da el encuentro, que te parece, llegastes bien.
-Sí un altercado con los gariteros, no mas.
-Bien, menor búsquese una droga que aquí llego un Varón, ¿Oyó?
-Te lo agradezco, Carlito; vengo mal, frito y saliendo de la cana.
-Tranquilo hermanazo yo lo resuelvo, tú sabes como es, solidaridad del hampa.
-Bien, pero quiero llegar de una al cajo, (Casa) pa’ ve que hizo la cechechere, (Esposa) con la prole.
-Mi estimado, usted es dureza, ¿No?
-Claro amistad usted sabe que soy firmeza y pa’ lante con lo que venga.
-Bien, no se hable más agarre este hierro (Pistola).
La nueve milímetro Browlin la veo venir hacia mi, esta empavonada negro acrílico, la cacha es marrón, el escudo de Venezuela, las siglas F.F.A.A. fuerzas armadas. El armamento es un expropio que el pueblo ha hecho al gobierno, por aquellos que las armas son del pueblo y las fuerzas armadas las tienen solo por custodia, así que cuando el pueblo las necesita se la toma.
En ella viene implícita una sentencia, en mi rancho (Casa) esta ocupado, hay otro Varón mandando, bien me dije; dentro y donde hay un Cacique mandando, no entra otro.
Las emociones son como dos universos que entran en colisión, la sentencia ya esta escrita, el juicio es en el automático del ser, los panas del barrio saben que soy serio, pero malandro no vive de cartel, eso y lo que él es, lo tiene que demostrar bien temprano cada mañana.
El Susy (bazuco) tiene olor a amoniaco, su humo es fino, azul, violeta en fin, su efecto es inmediato, se fuma despacio, mientras los panas van llegando y reportándose dándome la mano.
-Saludo a un hombre de lucha, ¡Amistad!
-Bien Catire, estamos todos contigo, lávate la ficha, ¡Oyó!
Luego, un rato después, con las ultimas aspiraciones traqueo la automática, el peine esta lleno, 13 proye de autentica justicia proletaria.
Sí, cuando el hombre es ciudadano y estado.
Subo lentamente, esas escalinatas que solo saben de guerras, vivos que suben y muertos que bajan.
Vislumbro el rancho que esta en la cima de la Roca Tarpeya, rodeado de laminas de zing, el barril viejo que recoge las aguas de lluvia, la tierra seca, los niños que juegan semidesnudos ajenos a los acontecimientos presentes, ninguno reconoce al padre, son de color tierra, los mas pequeños corren desnudos barrigones con toda la miseria que pueden cargar, en esta mi patria rica, nación pobre.
Me detengo delante, luego entro como una brisa ligera que viene de oriente, suave, sin prisa, en el chillón (Radio) suena un merengue, otro pecado mortal, ella sabe que oigo solo salsa.
Gorilón esta agachado, ella esta en la cocina de kerosén preparando unas fritangas, con movimientos al son de la música.
-¡Epa! Gorilón llegó el día.
Se voltea como si lo habría previsto.
-Queé, Catire te cuide la casa y tus muchachos, ¡Vale!
-Nada brodel, eso se cuidaba solo, tú sabes cuál es la ley.
El proyectil llego, antes que las palabras, confirmando el dicho; que a sentencia del hampa no hay apelo, cae sin levantarse, el primero se lo detono en el pecho, con el segundo le exploto el coco, por lo de que, la culebra se mata por la cabeza.
Yajaira simultáneamente, lanza un grito sabe que para ella también hay, un solo grito por el susto, el otro fue por el dolor, llanto y venda.
Se toma la pierna con las manos, luego la suelta, se retuerce por el pavimento, mezclando sangre con tierra batida, sabe que no la voy a matar, aunque ganas no me faltan.
Una herida de bala, lo vale para sanar la mía y sacarme esa espina que me atormento por años.
-Catire no, no me vayas a matar, por tus hijos, no lo vayas hacer.
Los niños entran en carrera, hay llantos y apelo, Yelitsa llega sin aliento.
-Papá no me vayas a matar a mi mamá, que es la única que tengo, no joda, tú también tuviste una.
-Bueno, es relativo, Yelitsa, porque si la tuve no me acuerdo.
La automática la enfundo en la cintura, el metal esta caliente.
-Yelitsa, llévate a tú mamá, donde la bruja Antonia, para que la cure, que yo recojo al paciente y lo boto a la avenida.
Se seca las lágrimas de los ojos, y recoge a la madre, que continua quejándose.

¿Porque la gente pesa más de muerto que de viva?

-¡Epa! Corotico ayúdame a descargar el muñeco (Muerto) en la avenida,
Los malandros en la esquina me ven pasar, de sus gestos se entiende que todos están de acuerdo, es solo; Normal Administración de Justicia Proletaria. Donde reza.
En su Art, 1.- No te metas con la jeva de un malandro.
A la hora de la novela, la Yajaira ayudada por Yelitsa llega cojeando, bien el rancho tiene su antiguo Cacique, después esa noche la hembra regreso bajo el dominio del propio.

Son acciones de vida común, cosas y hechos forjadas en circunstancias adversas, que se amontonan con los años, con el añejo de los tiempos.

La pistola que vale más que la casa, con los niños que en cualquier momento una extraña enfermedad se los lleva, la hembra que es realenga y que el macho le debe poner las riendas, que sepa a quien pertenece.

El Gorilón, yace difunto por equivocado, botado en medio de la avenida, dentro un saco negro, rodeado de luces multicolores, alternadas con flash de prensa y de la policía forense. El muerto es del barrio, mañana empiezan los allanamientos y las redadas.

Eso sí, desde mi rancho se ve toda la ciudad, en una de panorámica, muchas veces estamos sobre las nubes, por eso se que DIOS sabe lo que hace, sino para que nos puso en esta vida.

Sustraído del diario del Catire Pollo, harto pana burda, que se alzó contra el poder establecido, abatiendo a dos policías, por los lados de la Roca Tarpeya, que a su vez cayó abatido, un día sin numero por las Fuerzas Represiva del Gobierno Inconstitucional.

…La lucha continua…

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