jueves, 8 de octubre de 2009

Piedras inmanentes

Piedras inmanentes

Del decir grafiando la escritura, emerge las reflexiones dadas por su propio andar
Del andar por sendas adversas, en que trajinas una existencia ajena, impropia, pesada, estrecha según el recorrido asignado.
Del vivir desglosando textos, donde se anida el saber en que procesas palabras y definición para exhibirte en comunicación, comunicación que luego no hallas sino en el eco de las montañas.

De las formas que resisten imperturbadas al paso del tiempo, erosionadas tal veces por la pisada del tiempo en espacios ausentes.
De las condiciones inamovibles del propio ser, del clamor de sus propios impulsos de aquel drama asignados a las puertas de la existencias con efecto inamovible.
De las convicciones que no hallan paralelos dentro de las propias concepciones de las convicciones forjadas anteriormente a la formación del si mismo.

Se anda y se descansa en lugares ajenos, en lugares inhóspitos, lugares mancillados al propio clamor.

De cuantas veces me halle desértico en medio de la multitud golpeado por ataques de soledad, en que me emergí en las conciencias anónimas, anduve, sí. pero con cargas ajenas, trasportando amargos sabores de acciones distante, transitando por acciones tardías, reflejo de condiciones adveras, donde las tinieblas tenían por reino el no reconocimiento, cuan ciego se puede estar cegado a punto por la luz del día,

Firme, sin movimiento ver pasar lo que la vida depara a otros, ajenos a los intereses del trascendente, aún así se halla la acción inmadura del verbo ser.

Codicia y aprensión de un vivir abyecto, elaborado non sé, en que ángulo obtuso del relativismo que todo es valido, que todo es valido en conciencia del contradictorio que nada es.

Se deja a un lado la prosa justa para entender el significado de comunicar definiciones abstractas, fenomenología simbólica donde exponer hechos y memoria empírica en la cual se fomenta un simbolismo que represente la totalidad que el concepto no abarca.

¿Y crees que las piedras no tienen una razón de ser?

Según su propiedad y función no escapan al conjunto de la razón universal, más allá del relativismo hay una radicalización de la propia razón de ser.

Esquemas que se abren y esquemas que se cierran, dentro de la conceptualización socio-cultural que forma esa percepción mecanicista de la acción mental.
La cual aborrezco porque me ahoga en el no ser, aun cuando se lo imposible de ser en autonomía del conjunto general.

¿Hasta donde llega el mi mismo?

Es el debate existencial la búsqueda de una razón autónoma, independiente del contexto social adquirido y de la época con su inexorable ley; “Nadie escapa a su época,” terror del abismo en la madurez de las propias acciones. Dentro del conceptualismo como forma adyacente para crear la dimensión autónoma.

Desde la negación del movimiento, en que la razón obtiene un segmento ante la ausencia de la trayectoria de un objeto que lanzado en el espacio es abstraído de la posibilidad que tal movimiento se realice.

No hay comentarios:

Publicar un comentario