Venus

Venus

Cuando tú sentir se volcó hacia mí, entre a una dimensión donde se guarda la entrada del jardín en el extremo norte del Edén.
Luego hice pausa en el teclado, para transcribir sentimientos y fragancias que estaban fuera del humano percibir.
Subí por tú suave piel, hasta donde se alcanza el éxtasis.
De tus labios brotó, el elixir que adormecen los instintos básicos, para luego andar por praderas extensas, en que tus manos me llevan entre caricias y besos a valles de remanso donde abundan la miel y tú dulzura.
Son los días que se vuela alto, cuando pude con mis manos acariciar tú piel lozana, en toda su extensión en que percibía sensaciones de lo que forma tú hermosura de Venus.
En las noches de desvelo alcanzó tus besos como ultima meta antes iniciar a soñar, aún tus caricias se funden en una comunicación virtual, que el éter me trae desde tus dominios.
Que nunca ceses de verme con el centellar de tus ojos, de que yo pueda reflejarme en las dulzura de tus palabras.
Son momentos que vivo más allá de la realidad cotidiana.
Son instantes que vivo contigo dentro del paraje encantado.
Son los días que vivo esperando verte aparecer en el horizonte.
Son los tiempos que vivo esperando el alba, para enviar el primer mensaje.
Te veo en el reflejo de la luz, en el espejo de agua, en el manantial que baja de las alturas, en el mecer del árbol por el viento, en cada evento magnánimo que antes pasaba desapercibido.
Luego al verte, al palpar tú presencia, al sentir que tú fragancia llena mi espacio, mis emociones van hacia ti sin parámetros, rompiendo el dique donde mis sentimientos se reprimían en tú ausencia.
Tú presencia llena el paisaje de flores, aún los lugares desérticos se vuelven jardines, las estepas reverdecen, los glaciales se derriten, en el contacto contigo.
De las sensaciones y los deseos que arrullan los sueños de los hombres, me desvelo a contemplar tú imagen, son las horas de alta noche en que el silencio gobierna el ambiente, mientras tus sutiles palabras armonizan con las mías, palabras como néctar que unen nuestras almas en las alturas de las altas cimas andinas.
Donde me desvelo en el recuerdo de tú imagen después de haber vivido entre tus besos y abrazos en el que revivo como en antiguas gestas heroicas la literatura épica.
El haberte conquistado a ti mi dulce doncella donde tú belleza me deslumbraba, donde tú mirada me seducía, entonces tú sentimiento se abrió a mi por una predestinación nacida en los confines del universo.
Más allá de lo que se puede establecer como cierto, para vivir momentos que liberen al espacio de sus dimensiones.
Para vivir inmerso en lo exuberante de las fragancia que emana tú piel, en la que me trasportó a otros planetas, fuera de esta realidad que no concibe con certeza todo lo que yo siento por ti.